Lados

Magazine dedicado a la difusión de todo tipo de contenidos culturales; música, moda, arte y cine entendiendo cada una de estas disciplinas como una representación de las diferentes vías de expresión de la capacidad interior de múltiples personalidades

Dan Deacon

Dan Deacon ha firmado uno de los discos del año, un sonido apabullante que acelera el corazón, regurgita la mente y remueve conciencias. “America” (PIAS, 2013) habla sobre lo que significa ser ciudadano de una democracia con problemas, pero además se puede bailar. Tras una carrera sustentada principalmente por la música instrumental, completa su repertorio con contenido y orquestación.

Dan Deacon es uno de los pocos artistas de música electrónica que se  define a sí mismo como compositor, alguien capaz de transformar una reputación labrada con mucho sudor en diversión, regocijo y cercanía con sus fieles, de comprometerse con causas justas siendo activista del movimiento “Occupy Wall Street” y de remezclar la histriónica carcajada del pájaro loco. Desde que en 2007 publicara su primer LP, su evolución ha sido manifiesta…"Soy el mismo Dan pero con cinco años más y todo lo que ello implica. No puedo congelar el tiempo ni tampoco podría volver a hacer un álbum como “Spiderman Of Rings” (2007),  porque no volveré a ser aquella persona nunca más”. Asume el inexorable paso de los años y lo afronta con la cabeza alta, orgulloso del cambio, de saber adaptarse a los tiempos y de ver desde un prisma positivo las marcadas diferencias de sus trabajos. “Me siento afortunado de poder cambiar mi registro, pero de la misma forma cada uno tiene una marca, un método para hacer las cosas. Puedes escuchar mi primer disco y puedes escuchar “America”, encontrarás las diferencias inmediatamente, pero reconocerás que están hechos por la misma persona”.

 

Deacon es considerado el magnate de la electrónica de Baltimore “La música electrónica es ilimitada, pero al mismo tiempo es una limitación en si mismo” Si hablábamos del progreso en su último álbum, es notorio el protagonismo que cobran los elementos acústicos… “En estos momentos me interesan los sonidos en si  mismos sin etiquetas,  me siento igualmente atraído por los elementos acústicos o electrónicos. Es cierto que los sintetizadores, los samplers, etc. ofrecen un rango de sonidos muy amplio, pero nunca sonarán como un violín o una flauta”. 

Más de tres decenas de músicos han participado en la creación del último largo de Deacon, un trabajo de orfebrería fina que sin embargo su visión espacial le permite afrontar con meridiana claridad “Me esfuerzo para que la música que retumba en mi cabeza se convierta en realidad. Me encantaría escribir un disco acústico, pero tendría que someter a gran parte de mis preferencias.” 

Ante la disyunción político-social contemporánea, para atender a la posibilidad de desligarse y proponerse a uno mismo desvincularse  de las preocupaciones mundanas, pensar en el presente, y así tener un camino más llevadero quizás sea mejor fijarse en los detalles que nos rodean, Deacon no pretende convencer a nadie de cómo ha de vivir… “Nadie tiene el derecho de decir a otra persona lo que ha de hacer, intento limitarme a ofrecer una visión positiva de aspectos de mi país que considero hermosos, paisajes lacónicos, desiertos psicodélicos, encontrar un significado a lo que hago”. 

El mensaje que propone Deacon es muy amplio, la opinión es subjetiva, las circunstancias que rodean a cada individuo son diferentes y la respuesta ante el impacto de la música o de otros estímulos en uno mismo pueden ser diametralmente opuestas al de otra persona. “En mis anteriores discos, elegía los títulos de los álbumes porque me gustaba su fonética, en este caso deseaba que significara un millón de cosas diferentes para un millón de personas diferentes”.  Para algunas personas “América”  no significa nada en absoluto,  otras encarnan sentimientos encontrados y para otras en cambio  significa orgullo y mando. “Vi el documental sobre la guerra civil americana “The West”, su mensaje me caló hondo, habla de la belleza de esta tierra pero también de las atrocidades que se cometieron contra los indígenas, una mezcla de orgullo y vergüenza”.

 

El músico de Baltimore secundó el movimiento “Occupy”, una de las protestas que más repercusión han tenido en los últimos tiempos.Nunca he tenido fe en el gobierno, pero me guste o no estoy dentro del sistema y si no participo activamente para intentar cambiar las cosas, entonces soy parte del problema”. Deacon cree en la música protesta, aunque la suya no pueda clasificarse dentro de ese cajón, “La música puede tener muchos fines, a veces escuchas música para evadirte y escapar de los problemas por un pequeño espacio de tiempo, eso está bien, pero no puede ser siempre así, hemos de dar la cara y no vivir en un sueño alejado de la realidad”  

 

Si bien sus trabajos pretéritos tienen un carácter más festivo, “America” tiene un componente más profundo y un mensaje menos jovial Espero que este álbum invite a reflexionar, eso es lo que está pasando en mi vida ahora mismo, cuestiono mis realidades, veo el futuro en un sentido utópico, ¿qué puedo hacer yo para cambiar esto? ¿Cómo puedo cambiar mi realidad para no empeorar la realidad de otro?”.

 

En sus actuaciones, el peso de estas cuestiones se distribuye entre el artista y el público,  sus performances son celebraciones, colaboraciones donde la audiencia y el músico interactúan, una forma de trabajar juntos para que le experiencia sea completa y satisfactoria. “La primera vez que interactué con el público como lo hago ahora fue en un concierto para cincuenta personas en Nueva York, todo el mundo bailaba y de repente se fue la luz, entonces tuve que crear otro ambiente, llamar la atención de la gente, de otra forma hubiera perdido el concierto, de modo que creamos un concurso de baile, funcionó, entonces la luz volvió de nuevo. El contexto de la actuación había cambiado, desde entonces empecé a pensar en el público como un elemento compositivo, en última instancia la multitud es parte del rendimiento.  Si el grupo es grande y el público es mediocre entonces el concierto sera mediocre .  No existe el uno sin el otro. Un público es una multitud y un artista es un narcisista itinerante sin el otro.”  Esta apreciación ha elevado los directos de Deacon a otra dimensión. Él mismo se deja rodear por el público, intenta que el individuo se sienta parte de un todo, de esta forma cada persona es componente activo. “Es mucho más divertido para mí, y obtengo un feedback instantáneo de lo que está ocurriendo a mi alrededor”.

 

Probablemente Dan Deacon no levante una expectación directamente proporcional a su talento y mensaje, quizás nos dejemos llevar por la dictadura de la moda y no prestemos atención a personajes como este. A buen seguro el de Baltimore nunca alcanzará a las masas pero seduce a quien se acercan a él. ¿Qué crees que es más meritorio?

Texto Jaime Suarez
Fotografía shawn brackbill
21-08-2013
Música, Entrevistas