Lados

Magazine dedicado a la difusión de todo tipo de contenidos culturales; música, moda, arte y cine entendiendo cada una de estas disciplinas como una representación de las diferentes vías de expresión de la capacidad interior de múltiples personalidades

Camera Obscura

Durante más de una década los escoceses Camera Obscura han conseguido hacer de su regularidad una virtud. Sus canciones encajan dentro de cánones familiares y la temática en rara ocasión se aleja de los asuntos del corazón. Música vintage con aires de modernidad, muy en consonancia con estos tiempos.

En los cuatro años que han pasado desde el aclamado “My Maudlin Career” (4AD, 2009) pocas noticias se han tenido del grupo de Glasgow, tan escasas fueron que se llegó a especular con su desaparición. Desde el comunicado de prensa se hace mención a la “enfermedad y la tristeza”, refiriéndose a la luchas personales a las que han hecho frente, pero la esperanza es el elixir perfecto para superar los malos tiempos, resistencia y supervivencia para brindar otro disco redondo. Con los ánimos renovados estuvieron de vuelta a un Primavera Sound que no visitaban desde el año 2002, Tracyanne Campbell y Carey Lander conversan gustosamente horas antes de saltar al escenario Ray-Ban.

Con un poco de recelo, Lander nos explica el porqué de este paréntesis “Una vez terminamos la gira del anterior álbum sentíamos que necesitábamos un descanso, fue ahí cuando caí enferma, ellos podrían haber continuado pero decidieron esperarme, mientras dedicaban tiempo a concebir el nuevo trabajo”. El teclado del grupo pasó por momentos verdaderamente complicados, afortunadamente se ha recuperado y está de vuelta. Quien ha dejado de dedicarle su tiempo en exclusividad a la banda ha sido el trompetista Nigel Baillie, obligaciones familiares le han llevado a alejarse por un tiempo. “Nigel no aparece en este álbum pero puede que esté presente en los conciertos que tengan lugar en el Reino Unido. Para el resto de gira le sustituirá Tim Cronin, al que ya conocemos de viajes anteriores”.

“Desire Lines” (4AD, 2013) es un trabajo que comenzó a gestarse a finales de 2010. “De todos los álbumes que hemos hecho, este ha sido sin duda el más difícil de escribir, en parte por la situación incierta en la que nos encontrábamos y también porque es el quinto largo y cada vez es más complicado autocomplacernos con lo que hacemos”. Por tercera vez consecutiva decidieron grabar fuera de su entorno, está vez eligieron Portland, una ciudad considerada en la actualidad la meca de la cultura alternativa, donde se encuentra el estudio de Tucker Martine. “Siempre hemos pensado que salir de Escocia nos ofrece una nueva perspectiva, nos permite dejar de lado las distracciones domésticas, disfrutamos las experiencias que tuvimos en Suecia y encontramos que nos une como banda. Queríamos repetir”. M. Ward, en plena gira europea coincidió en Glasgow con algunos miembros de la banda y les recomendó trabajar con el productor estadounidense. “No estábamos demasiado familiarizados con lo que había hecho antes,  era una cuestión de fe, de creer en lo que nos habían contado. Intercambiamos unos correos electrónicos y conversaciones, le dejamos escuchar algunas demos, solo esperábamos que funcionase bien, como así ha sido”. 

El trabajo de Martine es muy extenso, produciendo a bandas de la talla de The Decemberists, R.E.M. o Sufjan Stevens. “Además nos explicaron que era muy amigo de My Morning Jacket, uno de mis grupos favoritos, cuando supimos que también había trabajado con Necko Case la decisión fue mucho más fácil”. Gracias a la buena relación que mantiene Tucker con ambos, consiguió que que Jim James y la líder de The New Pornographers colaboraran y pusieran sus voces a los coros. “Es emocionante ver a personas que admiro tanto trabajar en nuestro propio material” afirma Campbell, quien asegura que la experiencia de trabajar con Martine fue muy distinta a la de sus dos discos anteriores producidos por Jari Haapalainen. “Este disco ha sido mucho menos espontaneo, lo hemos grabado de una forma más relajada y concienzuda,  podíamos permitirnos tomar un tiempo en mejorar las variables que introducíamos. Queríamos probarnos a nosotros mismos, no deseábamos ocultar ciertos sonidos tras un reverb. Tucker es una persona muy indulgente, es muy cuidadoso con los pequeños detalles. Mientras con Jari todo iba más rápido, era más vibrante, el nos exigía mucho y consiguió que en cierto modo seamos quienes somos, fue un punto de inflexión, desde entonces la cosas empezaron a ir mejor y a ponerse más serias”. 

Desire Lines ha sido concebido de una forma muy metódica. Siguiendo el enfoque detallista y cuidadoso del proceso de grabación, la banda deseaba alejarse de antiguos clichés, tomar una dirección distinta. “Nos sentamos para dar nuestra visión de lo que esperábamos del nuevo disco, de cómo queríamos que sonara. Hablamos de las bandas que nos gustaban, en la conversación apareció muy frecuentemente el nombre de Fleetwood Mac, queríamos alejarnos de los sesenta y beber un poco más de grupos de los ochenta, explorar otros ritmos pero sin limitarnos demasiado”.  Un disco que a diferencia de los anteriores, los cuales se abrían con canciones de pop efervescente, comienza con un suspiro orquestal que rezuma un aire ciertamente pesimista que no corresponde al tono general del álbum “Probablemente si uno empieza a escuchar el disco se vea confundido por está canción, piensa que hemos hecho algo raro, experimental, pero es solamente un corte no va más allá, una cortina de humo”. 

La dulce voz de Tracy anne es una marca, siempre se ha tendido al encasillamiento de Camera Obscura, como una banda de indie melódico, lo cierto es que a pesar de encontrar elementos comunes con discos anteriores este álbum es más pausado, menos melancólico, perfecto para una tarde de domingo. “Creo que siempre tratamos de evolucionar, nos empujamos a nosotros mismos a hacer cosas nuevas, nos sentimos felices te habernos reinventado de alguna manera en este quinto disco”. Para Lander “Troublemaker” es el exponente más claro del cambio de ciclo. “Es la pista que se aleja más de nuestros parámetros, es lo más diferente a lo que hemos hecho antes, exceptuando Intro. En otras palabras es lo más moderno”. Ha ganado protagonismo el teclado de Carey en detrimento de otros elementos más acústicos, restándole viveza y grandiosidad, más natural. “Es un disco más reposado, la cuerda y el metal se elevan en menos ocasiones, podríamos decir que es menos temperamental y menos orquestado. A diferencia de discos anteriores no han participado demasiados músicos, se escucha un sonido más real”. La banda echo mano de una novedosa a la vez que rudimentaria técnica para asegurarse de que las canciones una vez grabadas sonaran tan auténticas como anhelaban. “Era el test definitivo. Había un coche viejo en la zona industrial donde estaba el estudio, una vez terminábamos la grabación nos metíamos los cinco dentro del coche y la escuchábamos, si no nos gustaba trabajábamos de nuevo en la mezcla y volvíamos a escucharla en el coche hasta que estuviéramos satisfechos”. 

Desire Lines es en definitiva un disco más intenso y oscuro, un trabajo que demuestra seguridad y confianza. Un disco honesto donde manejan la angustia a la que han tenido que hacer frente con suma precisión. Lo que no te mata te hace más fuerte.

Texto Jaime Suarez
Fotografía Anna Isola Crolla
21-08-2013
Música, Entrevistas