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Magazine dedicado a la difusión de todo tipo de contenidos culturales; música, moda, arte y cine entendiendo cada una de estas disciplinas como una representación de las diferentes vías de expresión de la capacidad interior de múltiples personalidades

PRIMAVERA SOUND

Para no variar en su historia y recorrido esta última edición del PrimaveraSound, 2015, volvió a rematar con un sobresaliente alto. Sonido, organización y ambiente siempre a la altura de las expectativas.

Tan grande como la friolera de once escenarios y con varias docenas de grupos y artistas fue imposible atender a todos, pero no pasa nada, se asume, se organiza uno y a disfrutar de los que dé tiempo a ver. Así pues, dividiremos esta crónica en tres hojas de ruta, una por cada día.Aunque antes de empezar hay que hacer mención la maravillosa macedoniaofrecida desde el lunes hasta el domingo por las diferentes salas a lo largo deBarcelona. Conciertos y Djs que fueron poniendo en antecedentes a losafortunados que ya estábamos en la ciudad condal los días previos. Un buenabanico que llenó hasta la barrera y mató el gusanillo de la impaciencia por eljueves, viernes y sábado.Comenzamos en Jueves con una dosis de Sol y buen tiempo que respetó todoel festival. Empezamos la Hoja de Ruta con Ought. Los canadienses dejaron claro que el guitarreo bien conducido lleva a un clima más que agradable y muy bailongo. Antes, en el Auditori y resguardado del bochorno Panda Bear ofrecia una electrónica muy profesional y depurada, salimos del cubierto escenario con ganas de más, y no hubo problema, queda todo un festival por delante. También bajo techo, en el Hidden Stage, tocó Battles, dando a los pocos privilegiados mucho de que hablar por su contundencia. Ese mismo día,Acollective no fue de menos, pues el virus de eufororia que las primeras filasiban incubando pronto se extendió a todo el aforo. Más tarde, con un sonidodepurado y muy perfecto, los ya veteranos Spiritualized, se marcaron unaactuación memorable. Aunque para memorable Anthony and The Jhonstonsque con performas incluida y un video arte contemporáneo más allá delsurrealismo consiguió pódium. Un conjunto compuesto por una inmaculada yblanca filarmónica que mantuvo en un respetuoso y contemplativo silencio alpúblico. Y de ahí a un electro funky de locura y superexcitación de la mano deJUNGLE. Casi a la vez, Los Punsetes, dejaban el pabellón nacional bien altocon un concierto de los suyos, contundente y muy bruto. The Black Keys, porsu parte, contentó a los fans con un show nada comercial en el que no faltaronlos temas más deseados. Tampoco era novato James Blake, quien con suacostumbrada atmósfera envolvente y sobrecogedora siguió encandilando lasmentes y tatuando las memorias. Y ese día, para terminar, Richie Hawtin.Electrónica, locura y desenfreno muy bien conducidos.

En el día dos del diario de bitácora por su puesto que hubo mucho y muybueno. WRY nos daban alas con sus melodías bien hiladas y canciones queiban siempre in creccendo. Belle and Sebastian, muy llenos presentaban suúltimo álbum Girls in peacetime want to dance. Muchas tablas que se notaronal regalar un concierto bonito, redondo y lleno de picos de genialidad. Públicoen el escenario y muchas míticas que sonaban al unísono del aforo. TheChurch, muy buenos, sin duda alguna, rasgaron las guitarras y las voces, todolo que se podía esperar de ellos y más. La Señora Patti Smith, dio un conciertode sobresaliente, ella espectacular, la banda sobresaliente y la atmósfera comouna máquina del tiempo. Como una líder de secta engancho y todos losfeligreses y emocionó almas nuevas y viejas. Movimientos y aires de deidadnada sobreactuados.

Las viejas glorias que siguen dando mucha guerra y muy buena. Y de ahí, no vamos a Ariel Pink, extravagante y loco. Rosenberg, sentenció con un espectáculo para córneas y oídos a parte iguales, muy memorable, apuntado en la agenda para próximas citas, sin duda. Ride volvió, pero no sólo del descanso largo que la banda se había tomado, no. Volvió como en una cápsula especial para demostrar que nunca se habían ido deltodo. White Hills y su percusión terminó de romper los tobillos de los allí presentes con ovación tras canción y sonrisa al ritmo del tambor. Y por último, Alt-J. Que con sólo dos discos fue cabeza de cartel. Los que se preguntan por qué solo tuvieron que esperar a verlos para darse cuenta de que los británicos han venido para quedarse. Dando una de las actuaciones más multitudinarias de la semana, el trío se metió más si cabe en el bolsillo a todos, pódium y puede que oro.Llegamos al sábado, último día grande y puede que el que más. Empezamos una vez más en el Auditorí donde Swans volvió a enseñarnos el fin del mundo. Mac Demarco, pese a tocar relativamente pronto consiguió reunir a una de las grandes masas del festival. Dio un concierto muy completo, canciones, sonido y su particular estilo encantaron a todo el público. Los suyos y él demostraron que la locura transitoria nunca está reñida con la profesionalidad y el deleite, se lanzó y durante largo rato disfrutó de las miles del éxito pasando de mano en mano, de adelante atrás y de izquierda a derecha. En contraposición tenemos a Foxygen, quienes dieron espectáculo aunque más circense que musical. Los desencajados integrantes mantuvieron el listón musical cuando pudieron, pero la sospechosa euforia del conjunto gustó y defraudó a partes iguales. Tras ellos, Interpol, que aunque un poco monótonos ya tenían el trabajo bien hecho de casa y causaron buenas sensaciones entre los presentes.Desde Nueva Zelanda y poniendo la guinda mas garagera de todas a Unkown Mortal Orchesta se le quedó pequeños el Addidas Stage pues hasta el mismo límite con el más había gente gritando, bailando, y en definitivam disfrutando del conjunto que más allá de Multi-love regaló mucho de lo bueno anterior. Dan Deacon, apoderado de Caribou lo hizo muy bien, como suele, demostró que no hay sombra en la que vive sino trampolín en el que se encuentra.

Jhon Talabot, hasta la barrera, hizo de la electrónica nacional un buen estandarte, apiñados en la carpa blanca de Red- Bull, allí disfrutamos todos. Caribou, ojo a Caribou, maravilloso juego de luces y sonidos que se fue haciendo grande hasta culminar en éxtasis desbordante. Una actuación muy esperada y triunfante. Y como es costumbre, Dj Coco puso broche final eso sí una trayectoria que se desinfló al final, aunque pareció dar igual, pues la serotonina ya inundaba todo el Parc del Fòrum.

Así fueron las cosas y así se las hemos contado. Solo cabe agradecer a organización y elenco el buen rato que nos hicieron pasar. Lo bien hecho bien parece y en el caso del Primavera Sound siempre suele ocurrir de esta manera. Ya disponibles los abonos para el PS16, algunos de los más enloquecidos ya tienen su entrada cogida. Y no es mala idea pues, ¿A caso alguien querría perdérselo?

Texto Daniel Sánchez
04-06-2015
Música, Portada