Lados

Magazine dedicado a la difusión de todo tipo de contenidos culturales; música, moda, arte y cine entendiendo cada una de estas disciplinas como una representación de las diferentes vías de expresión de la capacidad interior de múltiples personalidades

Martha Wainwright

Que la canadiense Martha Wainwright tiene una de las voces más versátiles del panorama musical ya lo sabíamos. En “Come Home to Mama” (V2 Music, 2012), su primer disco con canciones propias en cuatro años, tras su particular homenaje a Edith Piaf, demuestra además una gran capacidad para exorcizar tragedias (su madre falleció hace dos años) y sentimientos de culpa.

Que la canadiense Martha Wainwright tiene una de las voces más versátiles del panorama musical ya lo sabíamos. En “Come Home to Mama” (V2 Music, 2012), su primer disco con canciones propias en cuatro años, tras su particular homenaje a Edith Piaf, demuestra además una gran capacidad para exorcizar tragedias (su madre falleció hace dos años) y sentimientos de culpa. 

 

Aunque no todo es gris, ni mucho menos. Martha nos recibe sonriente en las madrileñas oficinas de Cooperative Music. La tarde anterior había estado presentando el disco en acústico en FNAC Castellana. “Creo que fue bastante bien”, dice,  después de excusarse por llegar media hora tarde a la entrevista. Viste cómoda: suéter de lana negro de cuello alto y pantalones morados. Habla por los codos, explicándose con mucha claridad. “I talk a lot”, se disculpa al final. “Mejor”, le contesto.

En la portada del disco Martha aparece desnuda, apoyada sobre sus piernas, sobre un fondo negro (“Es un poco tonto”, bromea). No puedo evitar hacer una metáfora fácil, ya que se trata de un álbum muy confesional, autobiográfico, con reproches a su marido (el productor Brad Albetta) incluidos. Le pregunto si no siente haber “desnudado” sus sentimientos más que nunca…. “Sí, después de que muriese mi madre tenía la responsabilidad de cuidar de un niño muy pequeño. Mi primer hijo. Y no quería llorar sobre él o entrar en depresión. Tenía que ser responsable. Ser una buena madre. Cuando el niño era lo suficientemente mayor, pude empezar a subir a mi pequeña habitación a escribir canciones. Fue entonces cuando dejé que todos mis sentimientos salieran a la luz y les puse música, los filtré en el tipo de disco que quería hacer”

El álbum, en el que han tocado su propio marido, Nels Cline de Wilco, la artista japonesa afincada en Nueva York Yuka Honda o Sean Lennon, fue grabado en la casa de este último en la Gran Manzana. “Hace mucho que conozco a Sean. Y Yuka ha sido su mejor amiga desde hace quince años. Es como una extensión de una familia. Sean y yo nos queremos mucho como amigos y nos apreciamos mucho artísticamente. Su experiencia vital es muy diferente de la mía, porque obviamente sus padres son quizá las personas más famosas del planeta.  Eso es algo con lo que nunca me identificaré. Pero somos de la misma edad, y hemos luchado para encontrar nuestra propia identidad en la industria musical, sobre todo cuando teníamos veintitantos. Trabajar en su casa fue un gran regalo que él me dio, que me ahorró mucho dinero y problemas. Además, siempre ha apoyado mucho mi música, y eso es bonito”.   

Pasemos a hablar de las canciones, que las hay bien buenas. Musicalmente, es un disco básicamente de folk-rock moderno. Tampoco falta la balada al piano de rigor “Proserpina”. Y luego está “Radio Star”, la rare avis del disco, con un ritmo y una forma de cantar poco convencional. Sin duda una de mis favoritas … “ Me alegra mucho de oírlo, es una de las últimas canciones que escribí. Esta no es autobiográfica (sonríe). En realidad, no habla de la radio, sino más bien sobre el fin del mundo. Una estrella intergaláctica que se dirige hacia nosotros para destruirnos (risas). La canción fue inspirada en parte por la película “Melancholia”, de Lars Von Trier, porque todo en esta película, el concepto, los planos, era tan bonito… Además, para este disco quería escribir algo divertido desde el punto de vista melódico, un poco loco. El resto de canciones son tan personales que quería escribir algo más ficcional, conceptual. Lo de On the radio star/ we’ve travelled so far” se refiere al concepto del mundo moderno, en el que todo gira alrededor de la tecnología. Un mundo que cada vez me parece más oscuro y apocalíptico”. 

 

He utilizado a mi marido como un auténtico saco de boxeo. En el disco digo algunas cosas muy duras sobre el matrimonio.

 

Efectivamente, las letras son muy personales. “Everything Wrong” está dedicada a su hijo, una disculpa por no haber sido una buena madre, con frases tan bonitas como “I will try to stay alive/ to see as much through your eyes”. Sin embargo, la estupenda “Can You Believe It?” aborda la necesidad de querer y ser queridos después de todo. Ya lo dijo Neil Young: “only love can break your heart”. El disco trasmite, por tanto,  una sensación más positiva de lo que parece. Martha me da la razón. “Totalmente. He utilizado a mi marido como un auténtico saco de boxeo. En el disco digo algunas cosas muy duras sobre el matrimonio, pero creo que el tono global es “el matrimonio es difícil, estemos juntos, sigamos intentándolo, estaremos bien si cuidamos el uno del otro”. Otra canción autobiográfica, al menos parcialmente, es “Four black sheep”, con una línea melódica que el día de la entrevista no me podía quitar de la cabeza. “¡Sí! Es un poco como “Eleanor Rigby” (tararea la famosa canción de los Beatles). Escribí esta canción para un concurso, para la CBC, la televisión pública canadiense. Tenía que representar a la provincia de Quebec, que es de donde soy. Pensaba escribir sobre Montreal, o sobre la ciudad donde crecí. Pero en el contrato nos decían el lugar sobre el cual teníamos que escribir la canción. Era un local de conciertos, “The Black Sheep Inn”, un hotel en el campo, en Wakefield. ¿Qué iba a contar del jodido “The Black Sheep Inn”? Había tocado una vez allí, en un momento en el que todo el mundo en la banda tenía problemas: uno era alcohólico, otro drogadicto… Un momento raro en nuestras vidas. La noche del concierto estaba nevando, condujimos a casa y conseguimos llegara a Montreal. Pero en la canción los cuatro morimos en un accidente (risas). Tenía que ocurrir algo interesante, así que la llamé “The Four Black Sheep”.

Parece momento de preguntarle si vendrá a presentar el disco con banda. “Vamos a intentar venir en marzo. Sé que es difícil por la situación económica, pero espero que la gente pueda venir. Serán mi marido al bajo, Jim White a la batería y Jared, el teclista de este disco. Vamos a empezar la gira también con Andrew Whiteman, de Broken Social Scene. Estamos intentando poder venir. Depende de cómo vaya el disco”. Para terminar, nos confiesa que le encanta conocer a pie las ciudades que visita. “Lo hago siempre que puedo. He paseado por el Retiro, el Palacio de Cristal… Quiero ver el Guernica el domingo, que me han dicho que por la mañana  es gratis… No sé, aún no tengo un lugar favorito en Madrid, porque es tan grande…”. Sí, definitivamente más que Montreal. ¡Nos vemos en marzo, Martha!

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Texto Miguel Díaz Herrero
06-05-2013
Música