Lados

Magazine dedicado a la difusión de todo tipo de contenidos culturales; música, moda, arte y cine entendiendo cada una de estas disciplinas como una representación de las diferentes vías de expresión de la capacidad interior de múltiples personalidades

El Hombre Viento

León Battista Alberti afirmó que el artista no debería ser un simple artesano, sino un intelectual preparado en todas las disciplinas y en todos los terrenos. un Homo Universalis, un "Hombre Del Renacimiento".

 

Jeremías Pau Toledo (Pego, 1981) es multi instrumentista,  ilustrador, productor musical y video maker.  Acaba de publicar su séptimo álbum como elhombreviento, "Vida" (Silbo Tormentas, 2013), un trabajo conceptual en el que explora las distintas edades de una persona, desde el nacimiento hasta la muerte. A los diecisiete años se forjó como músico en la cultura del hip-hop - de la que ya no se siente parte activa -  y ha sabido evolucionar sin complejos hacia una identidad sonora, deudora en parte de la fiebre folkie. Licenciado en Bellas Artes, es también profesor de kickboxing, se declara cristiano y creyente. 

 

Llega a la entrevista en una Custom. No quiere nada de beber, o le da igual.  -"Un zumo o un agua están bien" - Antes de empezar posa para una sesión de fotos y se muestra algo tímido a pesar de haber pertenecido a un movimiento musical donde proyectar arrogancia y seguridad ante la cámara era primordial. Y es que su trayectoria y evolución cada vez están más alejadas de los clichés del género en el que nos empeñamos en seguir encasillándole.

 

640x1000_jere39176.jpeg

 

"Empecé en la cultura  del hip-hop,  una música que sigo escuchando en la que trabajan grandísimos talentos. No todo es pose, pero es verdad que quizás fuera ése el aspecto que más me distanció.  La mayoría de mis ex compañeros raperos  me querían pero pocos entendían mi música.  Nunca he ofendido a nadie con ella y menos en público. Era de los pocos en el mundo del rap que no lo hacía y al no hacerlo, tampoco me he creado enemigos. No me gusta llevarme mal, no hace falta. Leí en un artículo un comentario sobre mi música que me gustó; decía que elhombreviento se mantenía  al margen del hip-hop pero que se ganaba su respeto". 

 

"Vida" cuenta con apenas veinte minutos de duración y pide de inmediato una segunda escucha. Destila la esencia de sus anteriores trabajos, los también conceptuales "Tierra" y "Circuitos".  El tejido lírico es frágil y asoma cierto romanticismo. Lejos quedan ya la lucha desnuda y la rima cuesta abajo de primeros discos como "Viento" o "Aventuras Del Señor Bajito". 

 

"Vida es la biografía de una persona desde que nace hasta que muere. Es una cura que necesitaba hacer porque no he tenido una vida sencilla para nada; llegar hasta este momento en el que estamos me ha costado mucho sufrimiento y esfuerzo. Si que hay lucha, pero a otro nivel. La lucha es con uno mismo. Ya no me hace falta exteriorizarla como en el hip-hop; la gente ya sabe que luchas. Tú viste fragilidad y romanticismo, hay gente que ve un otoño y otros verán que estoy enamorado. Que cada cual describa lo que sienta cuando escuche mis canciones. Así es como debe ser".

 

Musicalmente es un disco pequeño construido a partir de latidos y atmósferas llenas de misticismo pero con ese toque humano tan propio del folk. Manos dejadas caer sobre el piano, brisas de cuerda y viento metal o los casi obligados xilófono y acordeón. El paisaje sonoro recuerda a artistas como Bon Iver o Iron And Wine y para su producción, Jeremías vuelve a ejecutar por si mismo todo el proceso,  desde la composición e instrumentación hasta la mezcla y el mastering. 

 

"Me encantan esos músicos que mencionas. También Andrew Bird y especialmente Sufjan Stevens, quizás por su carácter cristiano (…) Sí, soy cristiano. No católico apostólico y romano en el sentido radical de la expresión, pero tengo muy presente el mensaje de Cristo y soy creyente. ¿Sabes quien me gusta mucho también? Daniel Higiénico (risas). Me parece un tipo sensacional, en serio.   

Tocar varios instrumentos es mi necesidad de experimentación sonora. Me gusta tratar el sonido desde el origen. No soy un virtuoso en nada de lo que toco. Estudié siete años de violín pero no soy violinista de formación. Estudié violín como podía haber estudiado saxofón. No sigo un proceso creativo ordenado ni respondo a una lógica para componer. Soy muy anárquico en eso. A veces es la guitarra, a veces el teclado, incluso muchas melodías surgen de un silbido paseando con mi perro. El móvil me ha facilitado mucho las cosas, ya no tengo que andar tomando notas en un bloc. Me encanta que la tecnología haya hecho posible poder registrar al instante una idea musical o un pensamiento. Me ocupo de todo el proceso porque siempre ha sido así desde que empecé con dieciséis años y no conozco otro modo de hacerlo. Disfruto muchísimo construyendo en soledad cada pieza del puzzle. Con los años he aprendido a delegar y confiar en otros músicos; son necesarios para arreglar un directo y para nutrirse de nuevos puntos de vista. Además, de compartir se aprende. 

¿Has visto el videoclip? ¡Pues también lo he hecho yo! (Risas) Ha quedado muy bonito. Aparece gente saltando al mar desde un acantilado. Tenía muy claro que quería transmitir esa idea para "Obertura" - el primer corte del disco - ; un nacimiento a la inversa, no saliendo del líquido sino sumergiéndose  en él".

 

Parece imposible no atisbar en las letras un impulso autobiográfico. Hay una infancia difícil que emerge en muchos momentos de la conversación y de la que no le molesta hablar. Cada una de las siete canciones de "Vida" representa una edad. Así, "Obertura", "Infancias" y "La Fuerza" nos hablan de los primeros treinta años; "Hoy" transcurre en el momento presente y "Cincuenta" desvela un desliz freudiano por la figura paterna. "Preámbulo Del Adiós" y "La Última Frontera" - que señala como sus predilectas - cierran el disco y representan Vejez y Muerte.

 

"Hacer este disco ha sido un ejercicio de re-cimentación, si es que existe esa palabra.  A mi padre lo conocí con quince años y se me escaparon muchas cosas. No fui niño cuando tuve que ser niño y mi hermano y yo pasamos por momentos muy difíciles en la infancia. A los dos últimos temas les he cogido un cariño especial porque surgen de visualizar a mi abuelo, al que quería muchísimo. Murió de un infarto en un autobús. Mi abuelo Amador era sabiduría y entereza. Supo mantenerse al margen de todo el mundo. O entrabas a su código o ¡le sudaba la polla!. Ese rasgo de sabiduría tozuda me fascinaba de mi abuelo. Me gustaría enfrentarme a la vejez y la muerte de la forma en la que lo hizo él, en plan vamos a ver qué pasa. Sentarse a esperar y disfrutar de cada momento no arrepintiéndose de nada. Estoy en la última puerta y la voy a cruzar.  Estoy más en paz que cuando nací. La vida para mí no es lineal ni circular, es como una hélice, como un muelle que vuelve y continúa, pero avanza; donde se corrigen errores en esa vuelta, errores de tu padre, de tu abuelo y de tu hermano que si no corriges tú, corregirá el que venga". 

 

Hip-hop, Indie Folk, Smart Pop…, las etiquetas son odiosas, pero nos encanta tatuárselas a los artistas para ubicarlos en un mercado tan segmentado y saturado; y es que la sana ilusión de vender unos pocos discos ya no puede ser el objetivo de editarlos y distribuirlos. Aún así los anhelos egoicos del reconocimiento siguen habitando en el músico.  Han pasado diez años desde que viera la luz su primer LP y elhombreviento sigue siendo un artista desconocido para la mayoría.  Hoy más que nunca, no hay fórmula ni etiqueta que te pueda garantizar el éxito en la industria musical . Sin embargo hay tres factores que no pueden fallar, el talento, el trabajo y un buen golpe de suerte. 

 

"Siempre hay un ego latente, llegar a más sitios. A todos los músicos nos gusta que nos escuchen, sobre todo si vuelcas tanto cariño como yo en lo que haces. Mi máxima aspiración es que a la gente le sirva de algo lo que hago. La música y la escritura de otros me ha servido de tanto, que con que una fracción de lo que yo he sentido se trasladara con mis canciones, la cadena de favores estaría completa. Obviamente las ventas importan, pero llevo desde los diecisiete en esto y me considero una persona con los pies en la tierra en lo que a este negocio se refiere. A veces surgen debates internos sobre si mis letras deberían ser más cercanas. A la gente le gustan las letras sencillas para identificarse, oigo a menudo. Pero a mi me gusta darles muchas vueltas, embarullarme. Quizás lo complico y me cierro puertas. A día de hoy no me preocupa. Ahora trabajo para las Naciones Unidas, he sido profesor de servicios sociales, he vendido condones y he sido barrendero. Con haber conseguido tiempo para sentarme a hacer mi música es suficiente".   

 

640x1000_jere281813.jpeg

 

Texto Borja González-Ayllón.
14-11-2013
Entrevistas, Música, Portada